Que la danza sea fácil, que fluya con facilidad, y un enemigo de esta situación es la alta emocionalidad. Muchas parejas no pueden consolidarse y no es precisamente por falta de amor, sino por no saber encauzar las emociones latentes. A veces no sabemos por qué sentimos lo que sentimos, Y esto puede deberse a muchas emociones transgeneracionales (de nuestros antepasados) no procesadas. A la grandilocuencia del Amor Romántico, a la ausencia de habitar el presente; sustituido por vivencias pasadas y/o altas demandas. La psicoterapia integrativa, propone reconocer estas emociones para darles luz, y entrar en un nivel de consciencia más energético para quienes hacer parte del vínculo.
Alumbrar el lado oscuro de cada uno es vitalizar y vigorizar la relación. Es una manera de sacar energía creativa, de ese lugar menos privilegiado para avivar el presente. Otorgándole un lugar a la dimensión sagrada de la feminidad y de la masculinidad como parte del desarrollo de la grandeza de unos y otros.
Respetar el enojo, como la tristeza es parte de la evolución y madurez que podemos reconocer en pareja. La idealización de la unión, encontrarse desde los anhelos, buscar sanar viejas heridas de la infancia, son algunas de las situaciones que a veces las parejas transitan. La Pareja es una gran oportunidad de desarrollo personal, comprendiendo que la pareja es un servicio a la vida. Caminar hacia el bien trato, dirigirnos hacia personas que cultiven el respeto es una expresión sana del interior, por ello trabajar de forma terapéutica en la pareja es una oportunidad de crecimiento interior, una invitación a resignificar los vínculos y una acción profunda al cultivo de una obra en común.
Vivimos en la época del yo desbordado, de las posibilidades infinitas del desarrollo personal y esto es muy audaz, pero esto puede generar mucho estrés emocional, y ante tantas posibilidades es de vital importancia crear acuerdos personales y de pareja para saber cómo se transita en ella misma. Así mismo hay parejas más conservadoras y otras más abiertas, sin embargo, es parte de la vida encontrar una mirada que permita concentrar la fuerza del sí mismo hacia una autorregulación propia y no cargar a la pareja de la realización personal. Generando una expansión de la pareja, dejando viejas entidades que en la pareja ya no sirven.
Así la invitación es a crear un escenario de conversación abierta, privado e íntimo donde se puedan expones los sabores y sin sabores del presente para generar nuevos acuerdos, caminos y claridad de las necesidades personales, familiares (si es el caso) y grupales (ya que todos hacemos parte de universos sociales, muy particulares) aquí ampliaremos y expandiremos el mundo interior hacia el bien común renovado y creativo; y ante todo explorar el amor real del compartir.
Escríbenos y te contaremos los detalles… de esta experiencia luminosa en pareja